
Si
de entender el peronismo se trata, seguramente leer los libros de
Galasso o de Feinmann aporta más que leer los de Gambini. En todo caso,
leer a Gambini puede ser interesante para entender el antiperonismo, lo
cual no es un ejercicio banal para ningún peronista. Pero si de
peronismo se trata, leerse las más de 2000 páginas que suman los libros
de Galasso (2 tomos) y Feinmann (sólo un tomo, ya saldrá el otro)
juntos, suman mucho.
Son
dos libros bien distintos: el de Galasso es sin dudas un libro
imprescindible, colosal, titánico, completo, centrado en la figura de
Perón. Es, en realidad, una biografía de Perón, que sirve para indagar
el peronismo haciendo eje en su máximo líder. Riguroso,
documentado, desarrolla con profundidad cada una de las etapas del
movimiento con igual detalle. Se sabe, Galasso es un historiador de la
izquierda nacional, y desde allí apunta sus cañones. Lo hace con un
profundo respeto por Perón, buscando contemporizar, sugerir
explicaciones y hasta algunas justificaciones a los movimientos
contradictorios de Perón. El de Feinmann es un libro interesante, como
todo lo que hace Feinmann, que parte de la base de que “el peronismo es
mucho más que Perón”. No es un relato lineal, no respeta las
cronologías, tampoco hace crónica histórica. Se propone, según palabras
del autor, escribir e indagar acerca de la filosofía política del
movimiento. El toque personal de José Pablo está dado por su fina ironía
y cierta dureza acre, extremadamente crítica, sobre Perón. Por
suspuesto, no es un libro gorila: fustiga con dureza todo el imaginario y
el discurso gorila. Se mofa de él a la vez que lo destruye. Nunca
procura evitar definiciones personales: toma posición y se asume como un
“intelectual hegeliano-marxista” que se asomó lleno de ilusiones al
peronismo, harto de la farsa de la proscripción, entusiasmado por la
potencialidad revolucionaria del peronismo, soñando el socialismo
nacional.
Si
tuviera que elegir un libro, me quedo con el de Galasso. No porque no
comparta algunas de las opiniones de Feinmann, si no porque el libro de
Galasso es monumental. Repito: imprescindible. El cariño excesivo que
Galasso le dispensa a la figura de Perón, no llega a quitarle rigor
historiográfico en ningún momento. La cantidad innumerable de fuentes
consultadas –prensa, folletos, libros y libelos, reportajes,
documentales-, algunas de ellas totalmente desconocidas para mi, lo
vuelve monolítico. Además, Galasso toma el ejercicio pendular de
conducción política de Perón y lo hace propio, intentando mantener
equidistancia y explicar –sin dejar de ser un historiador de la línea
federal-provinciana y latinoamericanista- con detalle la contradicción
del peronismo, entre derecha e izquierda, extremada en los años 70.
A
veces Feinmann se va de mambo. Se confunde con algunos detalles. Le
puede faltar alguna repasada de algunos textos. Otras se vuelve
demasiado ególatra. Por ejemplo, cuando construye análisis a partir de
hechos ficcionales que él mismo ha creado. A veces se le escapa el
natural resentimiento que algunos militantes de los 70 todavía tienen
con ese Perón que les cortó las alas, aunque el eje central de algunas
de estas críticas – la presencia y el poder creciente de López Rega, los
ascensos de Villar y Margaride, por ejemplo- no deja de ser completamente inobjetable.
A
veces coinciden, sobre todo cuando le pegan tupido al gorilismo: los
dos atienden a Halperin Donghi, los dos a Victoria Ocampo y al grupo de
Sur, a Borges, a Bioy y Victoria Ocampo., execran a Rojas y Aramburu.
Los dos dan por tierra con los argumentos que señalan a Perón como
filo-nazi.
Los dos son libros que no se deberían dejar de leer.
El de Feinmann, se consigue gratis en PDF, en el sitio de Página 12. El
de Galasso, se consigue por algún dinerillo en las librerías.
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